Hace tiempo vi en el blog de Sonia, Mi Vida de Detalles, unos muffins impresionantes. Ayer, también en su blog, vi otros muffins de nuevo con una pinta tremenda. Y es que, amigos, para mí Sonia es la reina de estos bizcochitos, y sé que todo lo que hace siempre sale bien. Prueba de ello son los que os traigo hoy.
Aunque los míos no tienen un copete espectacular, estoy muy orgullosa de ellos porque me llevaba fatal con los muffins y nunca me terminaban de salir. Al fin puedo decir que he hecho unos deliciosos, esponjosos, y que no se desparraman por el molde.
Ingredientes (para 7 muffins):
58gr de mantequilla a temperatura ambiente
75gr de chocolate negro bien picado
63gr de azúcar moreno
1 huevo grande
90ml de leche
1/2 cucharadita de zumo de limón
163gr de harina de fuerza
1/2 cucharadita de levadura química
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/4 cucharadita de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
50gr de chips de chocolate semidulce
50gr de chips de chocolate blanco
Preparación:
Empezamos poniendo el limón con la leche y dejamos reposar unos cinco minutos. A continuación fundimos el chocolate negro con la mantequilla y dejamos que temple. Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas en el molde. Juntamos la harina, levadura, sal, y bicarbonato y los tamizamos.
Y ahora ya vamos con la masa. Mezclamos a mano en un bol el azúcar con el chocolate y la mantequilla fundidos, removemos y añadimos el huevo. Cuando tengamos todo bien integrado ponemos la leche, removemos de nuevo, la vainilla, volvemos a remover, e incorporamos la mezcla de la harina tamizada mezclando con cuidado con una espátula. Por último, vertemos los chips de chocolate, los mezclamos bien y repartimos la masa en las cápsulas. Horneamos durante 25 minutos a 180º.
La cantidad de masa que eché en cada cápsula es una bolita con la cuchara de helado. El resultado final es lo que veis, que dobla su tamaño tras hacerse en el horno.
La cubierta queda un poco crujiente, dejando un interior de lo más tierno y chocolateado.
Como veis en esta foto, son súper esponjosos. De los muffins más ricos que he comido. Tienen un sabor a chocolate intenso, que no empalaga, y el azúcar moreno da un toque acaramelado que convierte estos muffins en una receta ganadora. Os recomiendo que los probéis, porque os encantarán.
Y, de nuevo, gracias Sonia por descubrirme esta receta. ¡Al fin le he perdido el miedo a los muffins!