¿Dieta? Mejor con frutas: galletas decoradas

Ay... cómo os engaño con los títulos. Soy una lianta. Lo que os traigo hoy de dieta dieta no es, pero anda si no está rico. Además, una vez no hace daño, y con lo ricas que están es difícil decir que no.


Llevaba mucho tiempo sin hacer galletas, yo diría que desde febrero, y de ver a algunas de mis compañeras del Desafío hacer unas obras de arte impresionantes me animé a volver a darle a la glasa.
Tras unos intentos fallidos de práctica, conseguí unas mariposas relativamente decentes, y una vez cogido el toro por los cuernos salieron las galletas frutales que os traigo hoy: las sandías mordidas y los kiwis, ambas ideas vistas en Pinterest. 


Aquí tenéis un plano más detallado de los kiwis. A pesar de que el blanco central no es del todo fiel a la realidad, estoy muy contenta con el resultado. No es un ejemplo maravilloso de la técnica wet-on-wet, pero debo decir que estoy aprendiendo bastante rápido (o eso creo) y voy por el buen camino.


Y aquí tenéis el detalle de mis grandes amores: las sandías. Creo que me han salido muy bien, a pesar de mis temblores repentinos que hace que tire glasa por toda la mesa. Lo que más me cuesta controlar es el pulso, porque desde siempre cuando tengo que sujetar algo, aún con el brazo apoyado en la mesa, empieza a temblar horriblemente, a veces hasta el punto de asustarme, así que hacer líneas es todo un reto para mí.


En esta imagen os enseño un poco lo que son las mordeduras. Ambas galletas las hice con el mismo cortador redondo, y para las sandías corté la masa por la mitad. Las marcas de los dientes las hice con un cortador de corazón que en lugar de tener bordes rectos los tiene haciendo ondas. Ambos cortadores son de Wilton. El grosor de la galleta lo consigo con unas varas medidoras de madera que coloco a los lados de donde tengo la masa, y sobre los cuales deslizo el rodillo. 


Los colorantes que uso son de Americolor. Con el tiempo les he cogido más cariño que a los Wilton, me gusta más cómo tiñen y sobre todo el envase, ya que tienen dosificador y una se olvida de ir metiendo cosas en los botes de colorantes. Los detalles como las pepitas o las marcas más oscuras en las sandías las hice con rotuladores de tinta comestible. Y la glasa, mientras no tenga una batidora megaguay, es del preparado de Funcakes, que está muy rica y se trabaja muy bien con ella.

Espero que os hayan gustado, ¡porque voy a poner más!