Rosenkuchen de Lemon Curd

No tengo mucho amor por el alemán (aunque lo estudio), ni por Alemania, pero cuando se trata de gastronomía todo cambia (véase lo muchísimo que odio Italia, pero lo mucho que disfruto de su comida). Hace unos días descubrí este postre con otros nombres: chinois, chinos... pero que sepáis que estáis equivocados, se llama rosenkuchen (rosenkujen), algo así como roseta en castellano. Es un postre tradicional alemán que se sirve en el desayuno o la merienda, lo podéis combinar con cualquier cosa y está buenísimo.


Por internet los hay muchísimo más bonitos que el mío, pero bueno, es la primera vez que lo hago y qué queréis que os diga: a mí me parece precioso. Como veis se basa en juntar canutillos unos al lado de otros, para que leven, y se horneen de forma que hagan un sólo bloque de masa, por así decirlo.


Ingredientes:
50 ml de leche
2 cucharadas de vainilla
1 cucharada de miel
25 gr de levadura fresca
400gr de harina de fuerza
50 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
50 gr de azúcar blanco
1 huevo
1 yogur griego sin azúcar
1 tarro de lemon curd

Preparación:
Empezamos mezclando la leche con la vainilla, calentamos al microondas sólo para templar y diluimos la levadura, removiendo hasta que se disuelva por completo. En un bol ponemos los demás ingredientes, añadimos la mezcla de leche y amasamos. Si tenéis amasadora os será mucho más sencillo, si no, como en mi caso, os toca darle al brazo unos cinco minutos hasta que tengáis una masa flexible, que no se pega. Si amasáis bien no necesitaréis más harina que la que indico, así que paciencia, que acaba saliendo.
Ponemos nuestra masa en un bol, cubrimos con un paño y dejamos que doble su tamaño entre una y dos horas.
Una vez haya levado amasamos un poco para desgasificar la masa, y la extendemos sobre una superficie previamente enharinada. Debemos tener un rectángulo alargado sobre el cual untamos una capa ni muy gorda ni muy fina de lemon curd y lo enrollamos en un canutillo, como un brazo de gitano. Cortamos en porciones iguales, más o menos de entre 5cm y 7cm, y los colocamos boca arriba dejando algo de espacio de entre ellos. Volvemos a cubrir con un paño y dejamos que vuelva a levar hasta que, nuevamente, doble su tamaño y ya ocupe todo nuestro molde. Damos brillo con leche, o con una yema de huevo, y horneamos a 180º durante 45 minutos. Hay que tener cuidado, porque estas masas tipo brioche se doran rápido (yo misma tuve alguna sorpresa cuando hice los Bollycaos), así que cuando estén quince minutos comprobad si se han dorado, y si es así cubrid vuestro rosenkuchen de papel aluminio para que se haga por dentro pero no se queme por fuera.




Como anotaciones, os comento que el lemon curd que usé es comprado en tiendas Iceland, de la marca Gale's. En lugar de miel convencional usé Golden Syrup de Lyle's, también de Iceland (tenía que aprovechar estas cositas que compré porque si no se me iban a morir de la risa en casa). Si no tenéis esto a mano podéis usar miel de flores, o la que tengáis en casa, y en lugar de la crema de limón cualquier crema de chocolate tipo Nutella, o crema pastelera (incluso natillas, reduciendo la cantidad de leche para que sean más espesas).