Entre tanta receta insana que pongo últimamente voy a ganarme multitud de detractores que me culparán de estropear figurines. Pues no, no todo va a ser delicioso y engordadoso. Bueno, engordadoso no porque no existe, pero delicioso sí, porque se puede comer sano y rico.
La idea de cocinar la merluza de esta forma la vi en el blog de Laura, ¿Qué te apetece hoy?, aunque ella la hizo con lubina y yo tiré de lo que tenía en casa, pero viéndola tan rica y tan fácil no me pude resistir. Además, la acompañé de unas patatas al horno que estaban estupendas.
Ingredientes (dos personas):
2 patatas con piel
4 medallones de merluza congelados
1/4 de cebolla en tiras
1 zanahoria picada
1 ajo
Especias al gusto
Preparación:
Ponemos la merluza a descongelar en la nevera el día anterior, y empezamos con las patatas lavándolas bien y cortándolas en rodajas de más o menos un 1cm de grosor. Precalentamos el horno a 200º, y pasamos las patatas por la sartén un par de minutos por cada lado para sellarlas, y las pasamos poco a poco a una fuente apta para horno. Cuando tengamos todas bien extendidas, espolvoreamos especias, en mi caso tomillo, y ponemos por encima la cebolla en tiras. Opcionalmente podemos añadir vino, o como en mi caso medio vaso mezclado con una pastilla de caldo de pollo concentrado. Pasamos al horno y dejamos que se vayan asando sin bajar la temperatura. A continuación preparamos los papillotes. Picamos la zanahoria en trozos finos (o gorditos, como yo, si os gusta más crujiente), pelamos el ajo, lo partimos en dos y preparamos los envases para la merluza. Esto es muy sencillo: cortamos un trozo de papel de aluminio grandote, lo suficiente para que pueda envolver con holgura el pescado, y lo extendemos sobre la mesa. Encima ponemos un medallón, cayena picada, medio ajo, y dos o tres tiras de zanahoria, encima ponemos el otro medallón, más cayena picada, y cerramos nuestro paquetito doblando bien los extremos para que no se abra. Recordad que lo mejor es que las dobleces de los extremos no estén completamente pegados al pescado, es mejor que haya algo de espacio para mejorar la cocción. Hacemos lo mismo con los otros dos medallones, y lo metemos al horno. En este punto es recomendable cubrir también la fuente de las patatas para que queden más tiernas. Horneamos durante 10-15 minutos, hasta que los paquetitos de la merluza se hayan hinchado, y sacamos para servir.
Este tipo de preparación es ideal para personas que tengan poco tiempo pero quieran comer sano, ya que el pescado se hace en su propio jugo, queda mucho más tierno y además no se mancha nada. Obviamente, también podéis cambiar el acompañamiento por arroz, ensalada, verdura...
La idea de cocinar la merluza de esta forma la vi en el blog de Laura, ¿Qué te apetece hoy?, aunque ella la hizo con lubina y yo tiré de lo que tenía en casa, pero viéndola tan rica y tan fácil no me pude resistir. Además, la acompañé de unas patatas al horno que estaban estupendas.
Ingredientes (dos personas):
2 patatas con piel
4 medallones de merluza congelados
1/4 de cebolla en tiras
1 zanahoria picada
1 ajo
Especias al gusto
Preparación:
Ponemos la merluza a descongelar en la nevera el día anterior, y empezamos con las patatas lavándolas bien y cortándolas en rodajas de más o menos un 1cm de grosor. Precalentamos el horno a 200º, y pasamos las patatas por la sartén un par de minutos por cada lado para sellarlas, y las pasamos poco a poco a una fuente apta para horno. Cuando tengamos todas bien extendidas, espolvoreamos especias, en mi caso tomillo, y ponemos por encima la cebolla en tiras. Opcionalmente podemos añadir vino, o como en mi caso medio vaso mezclado con una pastilla de caldo de pollo concentrado. Pasamos al horno y dejamos que se vayan asando sin bajar la temperatura. A continuación preparamos los papillotes. Picamos la zanahoria en trozos finos (o gorditos, como yo, si os gusta más crujiente), pelamos el ajo, lo partimos en dos y preparamos los envases para la merluza. Esto es muy sencillo: cortamos un trozo de papel de aluminio grandote, lo suficiente para que pueda envolver con holgura el pescado, y lo extendemos sobre la mesa. Encima ponemos un medallón, cayena picada, medio ajo, y dos o tres tiras de zanahoria, encima ponemos el otro medallón, más cayena picada, y cerramos nuestro paquetito doblando bien los extremos para que no se abra. Recordad que lo mejor es que las dobleces de los extremos no estén completamente pegados al pescado, es mejor que haya algo de espacio para mejorar la cocción. Hacemos lo mismo con los otros dos medallones, y lo metemos al horno. En este punto es recomendable cubrir también la fuente de las patatas para que queden más tiernas. Horneamos durante 10-15 minutos, hasta que los paquetitos de la merluza se hayan hinchado, y sacamos para servir.
Este tipo de preparación es ideal para personas que tengan poco tiempo pero quieran comer sano, ya que el pescado se hace en su propio jugo, queda mucho más tierno y además no se mancha nada. Obviamente, también podéis cambiar el acompañamiento por arroz, ensalada, verdura...