Galletas de chocolate

Esta es, oficialmente, mi propuesta galletera de San Valentín (y de todo lo que queráis). Las tres galletas las he pintado a mano, con varios pinceles, y he usado la típica pregunta americana por estas fechas, en las que los enamorados piden a sus adorados que sean su pareja este día. Además, añadí dos galletitas más pequeñas con la posible respuesta "yes" (sí) y "no". ¿Qué os parece?


Para hacerlas empleé la técnica de glaseado de Sweet Ambs, la de las florecillas, y después de varios intentos conseguí un resultado bastante decente. O al menos yo estoy muy contenta. Puse la glasa, la extendí con el pincel poco a poco y, una vez secó, di unos toques con colorante rojo pascua de la marca Squires Kitchen. El color base de las flores, un malva pálido, lo hice mezclando negro y rosa de Americolor. Las letras las hice con una pequeña plantilla que coloqué y que fui marcando con una púa para a continuación repasarla con un pincel fino y colorante negro (soy un desastre escribiendo con manga, por eso prefiero el pincel).Y para la glasa uso el preparado de Funcakes.





La receta es muy sencilla, adapté la que me dio Alicia en su curso de galletas.

Ingredientes:
450gr de harina de todo uso
50gr de cacao en polvo
250gr de mantequilla sin sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
150gr de azúcar
1 pizca de sal
1 huevo

Preparación:
Batimos la mantequilla punto pomada y añadimos el azúcar. Cuando estén integrados añadimos el huevo y la esencia, la sal, y por último la harina en tres veces para evitar que salgan burbujas. Cuando tengamos una masa que no se pega, sólida (si no tenéis una buena batidora tendréis que amasar a mano hasta que tengáis todo bien integrado), la envolvemos en papel film y la metemos entre media hora y una hora en la nevera para poder trabajarla bien. Pasado este tiempo la sacamos, estiramos, cortamos y ponemos en la bandeja del horno forrada con papel antiadherente. Horneamos unos 10-15 minutos a 180º, hasta que la base de la galleta esté dorada, sacamos y dejamos enfriar en una rejilla.

Como anotación os digo que el sabor a cacao es suave, pero rico. A mí al día siguiente de hacerlas no me terminaba de convencer el sabor, pero unos días después ya fue una auténtica delicia. Además, la técnica de decorado me gustó mucho, seguiré practicando porque es un estilo muy sencillo y cuidado que va bien para casi cualquier ocasión.

Espero que os haya gustado, y si las hacéis contadme qué tal. ¡Feliz San Valentín!