Desde que hice los Bollycaos caseros me quedé con ganas de seguir experimentando en la cocina a ver qué otros productos industriales podía imitar. Obviamente, pensé en los donuts. Nunca había probado recetas más allá de las rosquillas de anís de mi madre, o las que venden en las fiestas, que como curiosidad aquí les llamamos melindres. Así que me lancé y aquí los tenéis.
Había más, pero los comimos antes de sacar la foto. Me salieron siete, y aún hice virguerías con algo de masa que sobró (una especie de empanadilla de Nutella y un corazón raruno con azúcar y canela). Vosotros, si los hacéis a tamaño normal, no como yo, que fui a lo grande cual Crónicas Carnívoras, conseguiréis unos doce/quince donuts que aunque no comáis podéis congelar y comerlos cualquier día como recién hechos con un toque de microondas.
Ingredientes:
450gr de harina
250gr de leche tibia
25gr de levadura fresca
30gr de azúcar
1 pizca de sal
1 cucharada de esencia de vainilla
3 yemas de huevo
70gr de mantequilla
Preparación:
(Extraído del blog de María) En un bol ponemos 180 gr. de leche tibia junto con 15 gr. de levadura, añadimos 110 gr. de harina y hacemos una masa madre. La tapamos y dejamos reposar 30 minutos en un lugar cálido. Mientras, en un bol a parte, disolvemos la levadura con la leche restante,lo mezclamos y añadimos las yemas, el azúcar la sal, la vainilla y por último la masa madre. Mezclamos todo bien e incorporamos la mantequilla en pomada. Amasamos bien hasta obtener una masa flexible, tapamos el bol y dejamos reposar 30 minutos. Pasada esa media hora toca otro reposo de un par de horas en la nevera, como mínimo una, y ya podemos empezar a trabajar.
Extendemos la masa sobre una superficie cubierta con un poco de aceite para que no se pegue, hasta dejarla con más o menos un centímetro de grosor. Cortamos los donuts con unos aros de repostería, cortapastas, o lo que tengáis (yo usé una taza y un vaso de chupito), y dejamos reposar mínimo media hora hasta que doblen el tamaño. Por último, calentamos aceite y freímos los donuts.
Para el glaseado normal basta con batir unos 20 gramos de mantequilla con un poco de agua tibia para disolverla y azúcar glas al gusto.
Este donut lleva una capa de chocolate para fundir con un crumble de galleta molida y virutas de chocolate blanco.
En esta ocasión, cambié el chocolate por una capa gordita de glasa blanca hecha con el preparado Funcakes, que además espolvoreé con un poco de canela.
Había más, pero los comimos antes de sacar la foto. Me salieron siete, y aún hice virguerías con algo de masa que sobró (una especie de empanadilla de Nutella y un corazón raruno con azúcar y canela). Vosotros, si los hacéis a tamaño normal, no como yo, que fui a lo grande cual Crónicas Carnívoras, conseguiréis unos doce/quince donuts que aunque no comáis podéis congelar y comerlos cualquier día como recién hechos con un toque de microondas.
Ingredientes:
450gr de harina
250gr de leche tibia
25gr de levadura fresca
30gr de azúcar
1 pizca de sal
1 cucharada de esencia de vainilla
3 yemas de huevo
70gr de mantequilla
Preparación:
(Extraído del blog de María) En un bol ponemos 180 gr. de leche tibia junto con 15 gr. de levadura, añadimos 110 gr. de harina y hacemos una masa madre. La tapamos y dejamos reposar 30 minutos en un lugar cálido. Mientras, en un bol a parte, disolvemos la levadura con la leche restante,lo mezclamos y añadimos las yemas, el azúcar la sal, la vainilla y por último la masa madre. Mezclamos todo bien e incorporamos la mantequilla en pomada. Amasamos bien hasta obtener una masa flexible, tapamos el bol y dejamos reposar 30 minutos. Pasada esa media hora toca otro reposo de un par de horas en la nevera, como mínimo una, y ya podemos empezar a trabajar.
Extendemos la masa sobre una superficie cubierta con un poco de aceite para que no se pegue, hasta dejarla con más o menos un centímetro de grosor. Cortamos los donuts con unos aros de repostería, cortapastas, o lo que tengáis (yo usé una taza y un vaso de chupito), y dejamos reposar mínimo media hora hasta que doblen el tamaño. Por último, calentamos aceite y freímos los donuts.
Para el glaseado normal basta con batir unos 20 gramos de mantequilla con un poco de agua tibia para disolverla y azúcar glas al gusto.
Este donut lleva una capa de chocolate para fundir con un crumble de galleta molida y virutas de chocolate blanco.
Este, aunque también lleva chocolate, está decorado con unas rayas de chocolate blanco fundido.
Por último, el donut está decorado con glasa rosa de fresa y un poco de chocolate con leche rayado por encima.