Quiche a los cuatro quesos

El año pasado compré un molde para quiche en Mandarina Home a dos euros de más o menos 20cm de diámetro (os doy estos datos por si queréis comprarlo) con la esperanza de pasarme la vida haciendo quiches, pies y mil historias más. Obviamente, el molde estuvo muerto de aburrimiento en un mueble porque nunca surgía le momento de hacer nada con el. Hasta hoy.


Sólo os puedo decir que es de las cosas más ricas que he comido en la vida, estaba TAN BUENA que entre mi novio y yo la terminamos en apenas quince minutos. 
La hicimos un poco improvisada. No buscamos ninguna receta ni nada en libros o internet, simplemente cogimos lo que más nos gustaba y lo convertimos en quiche: queso, mucho queso. Si sois como nosotros, unos locos de los lácteos, del tomate cherry y del pesto genovés debéis saber que estáis viendo vuestro maná.

Ingredientes:
Masa de hojaldre (la compramos hecha porque no sabemos hacerla)
Salsa de tomate con ricotta
1 Tomate pera picado
Un puñado de champiñones laminados picados
6 tomates cherry cortados a la mitad (orientativo, podéis poner más o menos)
Queso tierno Hipólito 
Queso curado Don Santiago
Queso pimentado La Chacha Extremeña
Unas seis lonchas de mozzarella

Preparación:
Precalentamos el horno a 180º y empezamos engrasando ligeramente el molde para que no se pegue nada y colocando la masa de hojaldre encima. Enrollamos los bordes con cuidado y cubrimos toda la masa con papel de aluminio, poniendo encima de él legumbres o cristales para horno. Esto se usa para hacer peso y que la parte de abajo no abombe al cocinarla. Metemos todo en el horno y horneamos entre diez y quince minutos, recordad que el objetivo no es cocinar al 100% la masa en este paso, sino darle una pre-cocción para que todo esté en su punto, ya que en caso de no hacerlo la parte de abajo no se cocinará y se quedará cruda y blandengue. 
Mientras se hace la masa procedemos a picar el tomate pera y los quesos, que pondremos en la quiche en taquitos pequeños, todos mezclados. Nosotros hemos escogido quesos más bien suaves para que el sabor fuerte del pesto prevaleciera, pero podéis usar otros y cambiar el pesto por cualquier otra salsa de vuestro gusto. 
Una vez la masa ya está semi-hecha la sacamos y nos ponemos manos a la obra sin dejar que enfríe, poniendo todo con cuidado. Untamos sobre la base un par de cucharadas de salsa de tomate con ricotta (o salsa de tomate normal, pero somos muy finos), encima ponemos una capa fina de queso, encima de esta capa de queso el tomate pera y champiñones picados, otra fina capa de queso y para terminar con lácteos, la mozzarella en forma de círculo, porque queda más mona. Sobre la mozzarella extendemos con cuidado un poco de pesto genovés, y a continuación colocamos los tomates cherry a la mitad.

Finalmente, horneamos otros quince minutos a 170º, vigilando que se vaya fundiendo el queso y no quemando la masa, y cuando los bordes tengan un color dorado y el queso esté fundido, la sacamos del horno lista para degustar.




Esta receta admite mil variaciones. Podéis añadir salchichas o taquitos de bacon, e incluso sustituir los tomates cherry por trozos de jamón cocido y el pesto por otro tipo de salsas, barbacoa o bechamel. Lo mejor de este tipo de platos es que con un poco de imaginación conseguimos mil combinaciones deliciosas.