Bollos preñados

No hay nada que me guste más del otoño que el frío, las castañas asadas y los bolos preñados, como les llamamos aquí en mi tierra. El frío te lo encuentras en cualquier parte, las castañas asadas prácticamente también, pero los bolos... eso ya es otra historia. Hace años los vendían en las panaderías, pero ahora sólo los tienen en fiestas medievales (¿?) y las fiestas del Magosto (una festividad gallega para celebrar la llegada del otoño donde las castañas son el plato típico). A mi novio le encantan y después de buscarlas por muchísimos sitios sin suerte (igual los hay en el casco antiguo de Santiago, pero nunca los hemos visto) decidí preparárselos.



La receta de la masa es la misma que uso para pizza, ya que es una masa que me gusta mucho y que siempre sale bien, así que podéis verla aquí. Una vez tengáis la masa ya lista y levada no tenéis más que poner un trocito de chorizo, el que queráis, aunque os recomiendo los de Lalín, y lo envolvéis bien con la masa. Yo les he dado forma de bolita, pero podéis hacerlos como queráis. Cuando ya tengáis el chorizo bien envuelto los ponéis en la bandeja del horno sobre papel antiadherente, los tapáis con un trapo y los dejáis levar otra vez durante media hora más o menos. Ponéis a calentar el horno a unos 190º y horneáis los bollos entre quince y veinte minutos, hasta que veáis que están dorados y hechos.

Este bollo se puede comer caliente o frío, y se puede conservar hasta el día siguiente si los guardáis en un recipiente hermético. Un truco para que el chorizo esté más tierno es cocerlo antes de ponerlo en la masa, así quitáis un poco de grasa y es más fácil de comer.