Cupcakes de cerveza negra con creamcheese


Tuve la suerte de leer hace unos días una receta en el blog de La cocinita de la Paxarina en la que se incluía cerveza negra en una tarta de aspecto impresionante. Me autoconvencí de que iba a hacerla, pero debido a mi tontería actual (se ve que las circunstancias de la vida se han llevado mi mentalidad sabuesa al centro de la tierra, donde arde sin remedio al lado de Voldemort) reduje un poco las cantidades por si salía mal no tirar tantas cosas a la basura. La tontuna es un poco puñetera pero sabia a la vez y también me hizo cambiar la forma tarta por la forma magdalena y algunos ingredientes porque... soy un Ferrán Adriá de la cutrería.



Ingredientes:
150gr de harina de trigo
125gr de azúcar blanco
2 cucharadas soperas de azúcar vainillado
125gr de mantequilla
125ml de cerveza negra
3 cucharadas soperas de cacao en polvo
70ml de nata para montar
1 huevo grande
1 sobre de levadura
Rayadura de naranja


Cobertura:
175gr de nata para montar
150gr de queso
70gr de azúcar glass
1 pizca de sal


Preparación:

Precalentamos el horno a 180º.
Primero calentamos la cerveza con la mantequilla hasta que todo esté disuelto y lo apartamos. Luego repartimos los ingredientes dividiéndolos en secos y húmedos (la harina, el azúcar, el cacao y la levadura en un bol) y empezamos a batir el huevo con la nata. Cuando estén bien batidos añadimos la mezcla de cerveza y mantequilla, batimos y después lo añadimos lentamente al bol de los ingredientes secos y añadimos una pequeña cantidad de rayadura de naranja. Cuando tengáis una masa uniforme y líquida llenáis tres cuartos de molde de magdalena y ponéis la bandeja en el medio del horno durante 30 o 40 minutos a 170º. A partir de la media hora podéis abrir la puerta del horno y comprobar si están hechas por dentro (clavais un tenedor o un palillo y si sale seco es que están hechas), antes no porque sólo conseguiréis que os bajen y se espachurren.

Para la cobertura sólo tenéis que batir todos los ingredientes hasta que se queden bien montados y, cuando las magdalenas estén fuera del horno y frías las cubrís con la crema de queso. Recordad que si las cubrís antes de que estén frías la crema se derretirá, y, recordad que cuando la crema esté puesta tenéis que guardarlas en la nevera.