Empanada gallega de atún


Me hace mucha ilusión compartir este receta con vosotros porque -soy una loca de la empanada y cuanta más hagáis más oportunidades tendré de comerla- es un plato familiar que ha ido pasando de generación en generación y que en casa todos disfrutamos (y engullimos).
Me atrevo a decir que Galicia es la patria de las empanadas. Tenemos millones y todas están buenísimas porque se hacen con ingredientes frescos que admiten un montón de variaciones, por lo que cada empanada tiene un sabor particular según donde la comas. En mi casa normalmente se hacen de pescado, de atún para mí y mi hermana y de bacalao para mi padre, pero también las hay de carne picada, zorza, pulpo, lamprea, zamburiñas, berberechos, veganas e incluso con harina de maíz.

En esta ocasión hicimos sólo una empanada de atún usando atún en lata de la marca Rianxeira (que ya puestos hago publicidad porque es donde trabaja mi madre y sé que hacen conservas muy buenas), aunque normalmente la hacemos con un gran trozo de lomo de atún cocido y desmigado. Pero vamos, lo que os digo, el atún en conserva sirve estupendamente.









 Ingredientes para la masa:
1/2kg de harina de trigo
1 huevo
1 pizca de sal
25gr de levadura fresca (la mitad de uno de esos paquetillos de supermercado)
1 vaso de agua tibia
1 chorrito de aceite de oliva (unas dos cucharadas soperas no muy llenas)

Ingredientes para el relleno:
1+1/2 cebolla picada
1/2 pimiento rojo picado
1 tomate picado
Entre seis y diez latas de atún pequeñas (según el tamaño de vuestra bandeja)

Preparación:
Primero empezaremos con la masa, por lo que cogemos un bol grandote y ponemos dentro la harina. En esa harina hacemos un agujero en el centro, como un volcán al revés, y ponemos ahí el huevo, la sal, el aceite y, deshaciéndola con la mano, la levadura. Mezclamos todo con las manos, que esto es una cosa que hay que hacer así, y vamos añadiendo el agua poco a poco según la necesitemos hasta que obtengamos una masa blanda que no se pegue a las manos. Llegados a este punto nos toca amasar como unos condenados. Extendemos harina sobre la mesa y ponemos nuestra masa encima, nos embadurnamos las manos en más harina y trabajamos la masa en todas direcciones durante unos cinco u ocho minutos. Cuando tengamos una masa flexible, compacta y que siga sin pegarse a las manos ni a nada la volvemos a poner en el bol y lo tapamos con un trapo limpio. Cuando haya doblado el tamaño es cuando nos tocará trabajar, pero mientras leva vamos preparando el relleno y precalentando el horno a 200º.
En Galicia le llamamos sargallada, saragallada, sarghallada en mi casa, y multitud de variantes, así que vamos allá. Cogemos una sartén grandota y le ponemos un chorrito de aceite de oliva que, en cuanto caliente, rehogará la cebolla. En cuanto la cebolla esté rehogada, pero sin pochar, añadimos el pimiento y removemos. De nuevo, sin que se poche, añadimos el tomate para ya sí dejar que se poche. En cuanto todo esté pochadito añadimos el atún, mezclamos todo bien durante unos minutos y retiramos del fuego.
Aquí lo ideal sería que la masa ya nos hubiera levado, así que toca el siguiente paso. Sacamos la masa del bol y la ponemos de nuevo sobre nuestra mesa llena de harina. La cortamos en dos mitades para hacer la parte de arriba y la de abajo y la extendemos con el rodillo hsata que tenga más o menos medio dedo de grosor y el tamaño de la bandeja, en nuestro la del horno porque hacemos empanadas llenas de amor, y para eso se necesita mucho espacio (jaja). Colocamos la base de la masa encima de la bandeja, que debe tener aceite para que no se pegue en el horno, y cortamos los bordes sobrantes. Ponemos el relleno encima y hacemos lo mismo con la parte de arriba. Al colocar la parte de arriba en la bandeja debemos enrollar los bordes para que no se abra; para eso podéis coger parte del borde de abajo, juntarlo con el borde de arriba, enrollar y marcar con tenedor todo el borde. Con la masa sobrante podéis hacer palitos para decorar la empanada, y antes de meter al horno no os olvidéis de hacer un agujerillo en el centro para que no se hinche de demasiado.
Por último, ponéis vuestra empanada en el medio del horno y cocéis a 190º durante unos 45 minutos, dependiendo de si os gusta más dorada o no la sacaréis antes o después. Y ya está.