Panna Cotta de Nutella

Ahora que llega el calor tenemos ganas de comer postres fresquitos, así que os traigo una propuesta original y muy fácil con la que podréis sustituir el mítico flan y dar una sorpresa a familiares, amigos, o a vosotros mismos. Y es que la panna cotta en italiano, panacota en castellano porque no nos complicamos ni un pelo, viene a ser el flan italiano, y admite muchísimas variaciones, combinaciones y sabores. Hoy os traigo el de Nutella a dos colores, pero os adelanto que tengo un par de ideas en mente que os encantarán.


Como veis es a dos colores porque combiné lo que es la panna cotta tradicional con la de Nutella para que no resultara muy chocolateado y para que quedara más vistoso. En la receta que os traigo sólo uso nata, porque así es como manda la tradición, aunque podéis rebajar y hacer mitad nata mitad leche para que no sea tan calórico.

Ingredientes (para dos vasitos):
500ml de nata para montar
1 cucharada de vainilla
2 cucharadas colmadas de azúcar glas
3 cucharadas generosas de Nutella
2 hojas de gelatina

Preparación:
Primero ponemos las hojas de gelatina en un cuenco de agua para que se hidraten. Separamos la nata a la mitad y empezamos calentando 250ml con la cucharada de vainilla y el azúcar glas. Removemos bien hasta que esté todo integrado y, sin que hierva, ponemos la hoja de gelatina previamente escurrida removiendo bien para que no se pegue y se disuelva en toda la nata. Retiramos del fuego y la vertemos en los vasitos. Dejamos que repose en el vaso una media hora y lo pasamos al congelador para que endurezca durante un par de horas y podamos poner la otra parte. Pasado ese tiempo, comprobamos que haya cuajado y continuación vertemos en un cazo el resto de la nata con la Nutella, removemos para integrarlo y añadimos la hoja de gelatina. Repetimos el paso anterior y rellenamos el vaso con esta mezcla. Volvemos a dejar que repose y cuando no esté caliente lo pasamos a la nevera para degustarlo al día siguiente.


Para que os quede de esta forma tan sólo tenéis que verter la mezcla blanca con el vaso inclinado y dejarla cuajar en esa posición. Una vez esté sólida podéis incorporar en el vaso la mezcla de Nutella ya que no se mezclarán, y dará un toque más original a la hora de servirlo.


La textura final es muy suave, no tiene nada que ver con un flan ya que es mucho más cremosa, y además la combinación entre la tradicional y la de Nutella, cogiéndolas a la vez con la cuchara, está deliciosa y no resulta nada empalagosa.


Si no os gusta la Nutella o queréis una versión más ligera, podéis hacer la tradicional como mencioné antes, rebajando la nata con leche, y combinándola con mermelada, miel o fruta triturada.